Nos presentamos al partido con toda la ilusión de un niño que cree en el Olentzero a los 10 años, Consultoría 2 había
tenido partido de entrenamiento, camisetas nuevas e incluso habíamos practicado las posibles tácticas
a) La del murciélago: Todos colgados del palo
b) La del cobarde: Desinchar las pelotas
c) La del soldado que arranca sirve para otra guerra
d) La del fantasma tímido: No aparecernos y perder por un 3 - 0 solamente
e) La del geriátrico: Esperar que pase el tiempo...
El equipo rival llegaba precedido por un 16-1 y un 8-3 a favor, pero a pesar de ello el rostro de nuestros
jugadores no reflejaba miedo............más bien pánico.
Comenzamos faltando el respeto, nos plantamos en la cancha con una especie de torres gemelas por la altura de nuestra defensa e incluso pasamos por el arco de ellos en 2
ocasiones, al inicio y en el final del primer tiempo (el portico de ellos estaba de camino a los camarines).
Aguantábamos el chaparrón como podíamos, sacando el agua del bote y contra todo pronóstico un tiro de media distancia rebota en el palo, da en el pecho de un jugador nuestro y GGGGGGGOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLLLLLLLLLLLLLLLLL pero en
propia puerta, eso no disminuyó nuestra moral, seguimos luchando y batallando, 0 a 1, nos fuimos al descanso.
Comenzando el complemento seguíamos como adolescentes con más ganas que técnica, hasta que en una jugada roban un balón y el delantero con un movimiento de cinturas digno de cubano deja a nuestro portero (con la agilidad de un Koala) queda desparramado en el piso sin poder evitar el 0 a 2, el agua nos comenzó a llegar al cuello.
Corner para el CAU, un jugador de ellos llama a otro y nosotros pensando que se demorarían como en una incidencia, responde con un tiro al portico y gol, por debajo de las piernas del portero un 0 a 3, luego vino el 4 y se nos vino encima la noche, repuntamos a través de una jugada de penalty donde a nuestro jugador (Jose Revuelta) le agarraron la camiseta, lo golpearon, lo empujaron, faltó que lo escupieran y tomaran a la familia como rehén, era merecido porque tampoco renunciamos a atacar, el equipo demostró muchas ganas frente a un rival que aspira seriamente a ser los ganadores del torneo.
El 5 a 1 terminó por propinarnos una paliza hasta cierto punto decorosa.
Eso si, sólo Amaia Eguialde y Diego Luque se animaron a venir al encuentro y al preguntarles que tal vieron a nuestro equipo a coro dijeron : "Muy monas las camisetas eh?"




Los de SAP pagarán los platos rotos...
ResponderEliminar